EL CASO DE LOS ABORÍGENES AUSTRALIANOS


En todos los continentes existen Pueblos Naturales que luchan por la supervivencia de sus tradiciones.
En la actualidad los Nativos australianos están comprometidos en un acción de recuperación de los restos mortales de sus Antepasados de todos los museos del mundo. Gary Murray, presidente del Wiran Aboriginal Corporation, está dirigiendo una lucha por recuperar los restos de 31 difuntos sagrados de las Comunidades Wamba Wamba. La ceremonia fue un ejemplo de la fuerza con la que los Nativos Australianos defienden sus tradiciones, su cultura y su espiritualidad. Las tierras y las tradiciones de los Nativos Australianos se llevan profanando desde hace demasiado tiempo. La celebración era solamente el inicio del reconocimiento del valor de sus tradiciones.
La ceremonia se celebró al tramonto en la propiedad particular adquirida por Wiran Aboriginal Corporation, que representa los Clanes aborígenes de los territorios del Victoria y New South Wales.
Los Elder Tribali han oficiado la Ceremonia, que incluía un rito tradicional del humo y de la sepultura. Al acto asistieron los Representantes Tradicionales de los Clanes Baraparapa, Wadi Wadi, Jupagalk, Dja Dja Wurrung, Yorta Yorta, Dhudhuroa, Wergaia y Boonerwurrung.
El presidente del Wiran Aboriginal Corporation, Mr. Gary Murray, ha declarado; "Esta emotiva ceremonia incita a nuestra gente a reclamar sus derechos a la tierra, la repatriación de nuestros difuntos y la recuperación de nuestras manufacturas culturales tradicionales. Nuestros deberes y obligaciones culturales para con nuestros Antepasados, mediante nuestras tradiciones y costumbres, permanecen intactos y nos unen de manera indisoluble a la Tierra y entre nosotros. Seguimos recuperando a nuestros Antepasados aunque se encuentren en museos o en manos de coleccionistas privados. Todos nosotros tenemos la obligación espiritual, moral, cultural y político-legal de respetar a los difuntos. La Colectividad debería apoyarnos en este intento de ofrecer respeto a nuestros Antepasados, al igual que hacemos nosotros con las comunidades no Indígenas.
Los Representantes Tradicionales de toda la Región organizaremos otras sepulturas con otros Clanes en el arco de los próximos tres meses" declaró Mr. Murray. "En cualquier caso, nosotros estaremos ahí llamando a la puerta de estas instituciones, bien sean entes gubernativos bien sean museos. Estamos determinados a cumplir con nuestras obligaciones culturales y espirituales para con nuestros Antepasados, decisión que no se circunscribe solamente a esta época actual sino que también es válida para las generaciones futuras, de manera que nuestros hijos puedan saber que somos las Primeras Naciones, la gente original, el pueblo Aborigen, el pueblo Indígena, que fuimos los primeros en habitar esta tierra. Este país nos pertenece y debemos exigir nuestros derechos y dejar claro con los museos nuestra determinación por repatriar los restos mortales de nuestros Antepasados. Aun nos queda mucho camino por recorrer".
La ceremonia de sepultura de los Antepasados era el epílogo de una larga negociación que ha llevado a la restitución de los Antepasados aborígenes a su país de origen. La sepultura tuvo lugar en una tierra sagrada sustraída a los Nativos, y que, ahora los aborígenes, a consta de grandes sacrificios, han conseguido readquirir del gobierno. El terreno es adecuado para la agricultura, pero los Wamba Wamba han querido reservar ese lugar especial para celebrar sus actividades culturales, espirituales y para honrar a sus difuntos. De momento han conseguido restituir a 31 de sus Antepasados a la tierra que consideran suya por derecho legal, moral y espiritual.
El valor simbólico de la lucha de los Nativos por recuperar los restos mortales de sus Antepasados está en su determinación por defender y dar continuidad a sus tradiciones, y salvaguardar los territorios sagrados.
Los Nativos Australianos, como todos los Pueblos Naturales, son portadores de conocimientos antiguos relacionados con los orígenes de la humanidad y los acontecimientos sucesivos que se han perdido de la memoria común. Este hecho, junto a su derecho indiscutible de poder manifestar sus tradiciones, representa un motivo más para dar espacio a su cultura y tenerla en cuenta.